Lithobates catesbeianus

Los Sapos Toro Americanos son depredadores voraces, consumiendo casi cualquier cosa que puedan dominar y tragar, incluidos insectos, peces, aves pequeñas, roedores e incluso otros anfibios. Son principalmente nocturnos, pero pueden estar activos durante el día en climas más frescos. Son excelentes nadadores y pasan gran parte de su tiempo en o cerca de cuerpos de agua dulce.

La reproducción ocurre desde finales de primavera hasta principios del verano. Los machos establecen y defienden territorios y atraen a las hembras con sus llamados fuertes y profundos. Las hembras ponen miles de huevos en grandes masas flotantes en aguas tranquilas. Los renacuajos pueden tardar hasta dos años en metamorfosearse en ranas, dependiendo de las condiciones ambientales.

Los Sapos Toro Americanos están entre las ranas más grandes de América del Norte, con los machos alcanzando tamaños de hasta 8 pulgadas (20 cm) desde el hocico hasta el ano. Tienen poderosas patas traseras, adaptadas para saltar y nadar, y una piel suave y húmeda que varía en color dependiendo del hábitat y la edad.

Originalmente nativo del este de Estados Unidos y Canadá, el Sapo Toro Americano se ha introducido ampliamente en otras partes de América del Norte, América del Sur, Europa y Asia, a menudo para la acuicultura o como mascotas.

Aunque no están actualmente en riesgo en su área nativa, los Sapos Toro Americanos se consideran invasores en muchas áreas donde han sido introducidos. Pueden competir con y depredar especies nativas, alterando los ecosistemas locales. Los esfuerzos para gestionar y controlar sus poblaciones están en marcha en varias regiones para proteger la fauna local.