Canis lupus familiaris

Los Boyeros de Berna son conocidos por su disposición gentil y amistosa. Son muy afectuosos con sus familias y tienden a llevarse bien con los niños, lo que los convierte en excelentes mascotas familiares. A pesar de su tamaño, a menudo se comportan como perros falderos, buscando contacto físico cercano con sus seres queridos. Los Boyeros de Berna son inteligentes y desean complacer, lo que los hace relativamente fáciles de entrenar. Sin embargo, requieren métodos de entrenamiento consistentes y positivos. También se sabe que son buenos con otras mascotas y animales, gracias a su historia como perros de pastoreo.

La cría responsable de Boyeros de Berna se centra en la salud, el temperamento y el cumplimiento del estándar de la raza. Los problemas de salud comunes en la raza incluyen displasia de cadera y codo, ciertos tipos de cáncer y trastornos hereditarios como la enfermedad de von Willebrand (un trastorno de la coagulación) y la mielopatía degenerativa. Los criadores reputados realizarán exámenes de salud para estas condiciones, asegurando camadas lo más saludables posible. Dado su pelaje grueso y largo, los Boyeros de Berna requieren un aseo regular para mantener la salud y apariencia de su pelaje.

Los Boyeros de Berna son perros grandes, con machos que suelen pesar hasta 115 libras o más, y las hembras un poco menos. Se destacan por su impresionante apariencia: un pelaje largo, sedoso y tricolor que es negro con marcas blancas en el pecho y acentos de color óxido sobre los ojos, en las mejillas y a cada lado de su pecho blanco. Su constitución es musculosa y robusta, adecuada para el trabajo de tiro y pastoreo para el que fueron criados originalmente.

Los orígenes del Boyero de Berna se remontan a los Alpes Suizos, donde eran utilizados por los granjeros para pastorear ganado, tirar de carros cargados de mercancías y como compañeros leales. La raza es una de las cuatro variedades de Perros de Montaña Suizos, y la única con un pelaje largo y abundante. Su popularidad comenzó a aumentar a principios del siglo XX cuando los esfuerzos por preservar la raza tuvieron éxito, lo que llevó a su reconocimiento más allá de las fronteras suizas.

Hoy en día, los Boyeros de Berna son apreciados por su compañía y versatilidad. Participan en varios deportes caninos, como el tiro de carros, la obediencia y la agilidad, y destacan como perros de terapia gracias a su naturaleza gentil. Reconocidos por todos los principales clubes de criadores, su popularidad sigue creciendo a medida que más personas descubren su temperamento afectuoso y su impresionante apariencia. Los futuros dueños deben ser conscientes de su esperanza de vida relativamente corta, típicamente entre 7 y 10 años, y estar preparados para enfrentar desafíos relacionados con la salud. Sin embargo, los Boyeros de Berna son mascotas leales y amorosas para quienes están dispuestos a acomodarse a su tamaño y necesidades de ejercicio.