Eupatorus gracilicornis

Los machos usan sus cuernos en combates ritualizados y concursos de empuje para obtener acceso a parejas o sitios de alimentación; los combates son típicamente no letales pero determinan la dominancia. Los adultos son en gran parte nocturnos, comúnmente atraídos por la savia de los árboles, la fruta fermentada y las luces, y son fuertes pero voladores de distancias relativamente cortas.

Las hembras ponen huevos en madera en descomposición o suelo orgánico; las larvas son típicas larvas de escarabajo en forma de “C” que se alimentan de madera/substrato podrido y atraviesan un largo desarrollo larvario (muchos meses a más de un año dependiendo de las condiciones) antes de pupar y emerger como adultos. La cría en cautiverio es practicada por aficionados pero puede ser difícil de completar de manera confiable a lo largo de generaciones sucesivas.

El dimorfismo sexual es marcado: los machos portan la disposición multicorne mientras que las hembras son más pequeñas y en gran parte carecen de cuernos. La longitud corporal suele variar desde ~50 mm en adelante según la localidad y la subespecie; el exoesqueleto es grueso y brillante, y las patas están adaptadas para excavar y sujetar durante las peleas. La morfología de los cuernos (uno cefálico + procesos pronotales pareados) es diagnóstica de la especie.

Eupatorus gracilicornis fue descrito por Arrow (1908) y pertenece a los Dynastinae (escarabajos rinoceronte) comunes en Indochina. Su rango conocido incluye partes del sudeste asiático — con registros provenientes del sur de China, Myanmar, Tailandia, Laos, Vietnam, India (Assam) y Malasia — documentados en bases de datos de museos y ciencia ciudadana.

La especie no está ampliamente evaluada en la Lista Roja global de la UICN como una entrada única, pero las poblaciones locales enfrentan presión por la pérdida de hábitat (deforestación, conversión de tierras) y la recolección para el comercio de insectos y el uso local (incluido como escarabajos mascota o de pelea en algunas áreas). Proteger los bosques nativos y limitar la sobre-recolección son las principales prioridades de conservación.