Varanus komodoensis

Los dragones de Komodo son depredadores dominantes en su ecosistema, capaces de correr rápidamente en ráfagas cortas para atrapar a sus presas. Su estrategia de caza incluye morder a la presa y retirarse mientras ésta se debilita por el veneno, sucumbiendo finalmente a sus heridas.

La temporada de apareamiento comienza entre mayo y agosto. Las hembras ponen sus huevos en septiembre, eligiendo anidar en lugares estratégicos como los nidos abandonados de megapódidos. El periodo de incubación dura aproximadamente ocho meses.

Estos lagartos son conocidos por su impresionante tamaño, alcanzando hasta 3 metros de longitud y más de 70 kg de peso. Poseen garras afiladas, una cola fuerte que usan para defenderse y glándulas venenosas que liberan toxinas para someter a sus presas.

Se cree que los dragones de Komodo evolucionaron en Australia y migraron a su rango actual en Indonesia. La evidencia fósil sugiere que sus ancestros existieron hace aproximadamente 3,8 millones de años.

El dragón de Komodo está clasificado como Vulnerable por la UICN, con una población silvestre estimada en menos de 2,500 adultos. Su número está disminuyendo debido a la pérdida de hábitat, la intrusión humana y el cambio climático.