Felis catus

Los American Shorthairs son conocidos por su carácter relajado y amigable. Son gatos sociables que disfrutan de ser parte de la familia, pero también son lo suficientemente independientes como para entretenerse cuando sus dueños están ocupados. Estos gatos son conocidos por su inteligencia y actitud juguetona, y a menudo disfrutan de juguetes y juegos interactivos. Se llevan bien con los niños y otras mascotas, lo que los convierte en excelentes compañeros familiares. Su naturaleza tranquila y adaptable también los hace adecuados tanto para vivir en apartamentos como en casas con acceso al exterior.

Los estándares de cría del American Shorthair se enfocan en la salud, el temperamento y mantener la apariencia característica de la raza. La raza es conocida por su amplio acervo genético y su salud robusta, pero los criadores responsables aún realizan pruebas de salud para problemas felinos comunes. El American Shorthair tiene una complexión musculosa, con una cabeza grande, mejillas llenas y una cola de longitud media. Los criadores también buscan preservar los diversos colores y patrones del pelaje de la raza, que incluyen más de 80 variaciones diferentes.

Los American Shorthairs tienen un cuerpo de tamaño mediano a grande, mostrando un buen equilibrio entre músculo y tamaño. Se distinguen por su pelaje corto y denso, que puede presentarse en prácticamente cualquier color o patrón, aunque el patrón atigrado plateado es uno de los más populares y reconocidos. Sus ojos son grandes y pueden ser de cualquier color, complementando su pelaje. Esta raza es conocida por su longevidad y salud general, viviendo frecuentemente 15 años o más con los cuidados adecuados.

Los antepasados del American Shorthair llegaron a América del Norte desde Europa con los primeros colonos, valorados por su habilidad para cazar y proteger contra roedores. Con el tiempo, estos gatos de trabajo evolucionaron hasta convertirse en la raza American Shorthair, reconocida por su fuerza, resistencia y temperamento apacible. La raza fue reconocida oficialmente a principios del siglo XX, y su nombre se cambió de "Domestic Shorthair" a "American Shorthair" en los años 60 para diferenciarla de otras razas de pelo corto y gatos mestizos.

Hoy en día, el American Shorthair sigue siendo una mascota popular y querida en muchos hogares. Está reconocido por todos los registros felinos importantes y sigue siendo una opción común para familias e individuos que buscan un compañero amigable y fácil de cuidar. La adaptabilidad, salud y naturaleza sociable de la raza contribuyen a su duradera popularidad. El cuidado veterinario regular, una dieta saludable y el ejercicio rutinario son esenciales para mantener la salud y felicidad de un gato American Shorthair.