Ceratophrys ornata

Los Sapos Cornudos Argentinos son depredadores de espera, permaneciendo mayormente inmóviles y camuflados entre las hojas hasta que su presa se encuentra al alcance. Tienen un apetito voraz, capaces de consumir presas casi tan grandes como ellos mismos, incluidos insectos, otros sapos y pequeños mamíferos.

La reproducción ocurre durante la temporada de lluvias, cuando los machos llaman para atraer a las hembras a charcos temporales formados por la lluvia. Las hembras ponen cientos de huevos que los machos fertilizan externamente. El desarrollo de renacuajo a sapo es rápido, lo que permite a los jóvenes sapos aprovechar los hábitats acuáticos temporales antes de que se sequen.

El Sapo Cornudo Argentino puede crecer hasta 15 cm de diámetro, lo que lo convierte en una de las especies más grandes de sapos. Está bien adaptado a su entorno con una forma corporal que le ayuda a mezclarse con el follaje y el suelo de su hábitat nativo. Su gran boca y poderosa mandíbula le permiten cazar presas grandes.

Originario de las selvas de Argentina, Uruguay y Brasil, el Sapo Cornudo Argentino está bien adaptado a las condiciones húmedas y cálidas de estas regiones. Su apariencia llamativa y comportamientos interesantes lo han convertido en una especie popular en el comercio de mascotas.

Aunque el Sapo Cornudo Argentino no está actualmente listado como en peligro de extinción, enfrenta amenazas debido a la destrucción de su hábitat y al comercio internacional de mascotas. Los programas de cría en cautiverio han ayudado a reducir la demanda de individuos capturados en la naturaleza, pero se necesitan esfuerzos de conservación para garantizar que las poblaciones silvestres no se vean amenazadas.