Ambystoma mexicanum

Los axolotes alcanzan la madurez sexual a los 18 meses y se reproducen principalmente en primavera. En cautiverio, la reproducción puede inducirse simulando cambios estacionales. La hembra pone los huevos en sustratos dentro del agua.

Varía enormemente, con algunas especies que ponen huevos en el agua y otras en tierra; muchas pasan por una etapa larvaria.

Los axolotes son notables por sus características neoténicas, lo que significa que conservan rasgos juveniles durante toda su vida, como su aleta dorsal que recorre el cuerpo y las branquias externas. En la naturaleza, suelen ser de color gris o marrón verdoso, pero la cría en cautiverio ha generado variedades como albinos, dorados y leucísticos.

Los axolotes son nativos del antiguo sistema de canales y lagos de la Ciudad de México, específicamente del lago de Xochimilco. Su nombre proviene del idioma náhuatl y podría significar "monstruo acuático". Tienen un lugar significativo en la mitología azteca.

Los axolotes están en peligro crítico de extinción en la naturaleza debido a la pérdida de hábitat, la contaminación y las especies invasoras. Su población silvestre está confinada a las cada vez más reducidas y contaminadas aguas del lago de Xochimilco. Sin embargo, son comúnmente criados en cautiverio para investigaciones debido a sus habilidades regenerativas y son populares como mascotas exóticas.