Oryctolagus cuniculus

Los conejos Angora son conocidos por su naturaleza dócil y amigable, lo que los convierte en mascotas populares y animales de exhibición. Requieren un cuidado extensivo debido a su largo pelaje, que puede enredarse fácilmente si no se cuida regularmente. Son animales sociales que disfrutan de la interacción con los humanos.

La cría de conejos Angora requiere una cuidadosa consideración de la calidad de la lana, el color y el tipo de cuerpo para garantizar el cumplimiento de los estándares de la raza. El cuidado regular y una dieta rica en proteínas son esenciales para mantener la calidad de su lana. Los criadores también deben gestionar la salud genética, particularmente en lo que respecta al bloqueo de lana, una condición en la que el conejo ingiere su propio pelo, lo que provoca problemas digestivos.

Los conejos Angora son más conocidos por su lana larga y lujosa, que puede crecer varios centímetros de largo. Vienen en una variedad de colores y requieren un cuidado frecuente para evitar que el pelaje se enrede. Son generalmente más grandes que muchas otras razas de conejos domésticos, especialmente el Angora gigante, que puede pesar más de 10 libras.

El origen del conejo Angora se remonta a Ankara, Turquía, donde se documentó por primera vez en el siglo XVIII y luego se extendió a otras partes de Europa a finales del siglo. Fueron muy valorados por su lana, que se hilaba en hilo y se usaba en prendas de vestir.

Hoy en día, los conejos Angora se crían ampliamente en todo el mundo, no solo por su lana, sino también como animales de exhibición y mascotas. No se consideran en riesgo ni en peligro de extinción. Existe una comunidad dedicada de criadores y entusiastas que continúan fomentando el desarrollo y la popularidad de la raza.