Las liebres árticas son principalmente animales solitarios, pero se sabe que forman grandes grupos, a veces de cientos de individuos, al alimentarse o durante los meses de invierno para mantenerse calientes y protegerse de los depredadores. Son excavadoras excepcionales, utilizando sus poderosas patas para destapar la vegetación enterrada en la nieve. Para escapar de los depredadores, dependen de su asombrosa velocidad y agilidad, capaces de alcanzar hasta 60 km/h (37 mph).