Odobenus rosmarus

Las morsas son criaturas sociales, a menudo encontradas en grandes manadas sobre los témpanos de hielo o playas. Pasan una cantidad significativa de tiempo en el agua buscando comida, principalmente moluscos. Sus colmillos les ayudan en la navegación sobre el hielo y en el establecimiento de jerarquías sociales.

La reproducción ocurre en el agua desde enero hasta marzo, con los machos compitiendo por las hembras a través de exhibiciones vocales y dominio físico. Las hembras dan a luz a una sola cría después de una gestación de 15 a 16 meses, usualmente sobre el hielo marino. Las crías son amamantadas por más de un año, pero pueden nadar al nacer.

Las morsas son conocidas por sus largos colmillos, que pueden crecer hasta 1 metro (3 pies) en los machos, piel gruesa y bigotes. Los adultos pueden pesar hasta 1,500 kg (3,300 lbs) en los machos y 1,250 kg (2,750 lbs) en las hembras, con una esperanza de vida de hasta 40 años en la naturaleza.

Las morsas han sido esenciales para los ecosistemas marinos del Ártico y las culturas indígenas durante miles de años, valoradas por su carne, colmillos y piel. Fueron cazadas extensamente desde el siglo XVIII, lo que provocó un notable declive en algunas áreas.

La morsa está actualmente clasificada como "Vulnerable" por la UICN, siendo el cambio climático la mayor amenaza debido a la pérdida de hábitats de hielo marino. Los esfuerzos de conservación se centran en proteger su hábitat natural, regular la caza y monitorear los efectos del cambio climático sobre sus poblaciones.