Principalmente nocturnos o activos al anochecer, los adultos son voladores fuertes que visitan flujos de savia, frutas fermentadas y heridas en árboles para alimentarse de carbohidratos. Los machos usan sus cuernos para levantar, empujar o voltear a sus rivales en disputas por el alimento o el acceso a parejas. Fuera de estos combates, los adultos suelen ser solitarios y de movimientos lentos.