En su mayoría sedentarias, estas tortugas pasan gran parte del tiempo descansando en el fondo de ríos, lagos y pantanos. Utilizan una estrategia de emboscada: permanecen inmóviles con la boca abierta mientras mueven su lengua carnosa como si fuera una presa, y cierran sus mandíbulas en milisegundos cuando un pez o anfibio se acerca.