Las chitas se caracterizan por su cuerpo esbelto, sus distintivas marcas faciales negras en forma de lágrima y su pelaje moteado, que les proporciona un excelente camuflaje en su hábitat de sabana. Tienen patas largas, un pecho profundo y una columna vertebral flexible, todas adaptaciones para persecuciones a gran velocidad. A diferencia de otros grandes felinos, las chitas no pueden retraer completamente sus garras, lo que les proporciona mayor tracción al correr.