Los rinocerontes se distinguen por su piel gruesa, cubierta de pliegues y arrugas, y por sus cuernos, que están hechos de queratina (el mismo material de las uñas humanas). El número de cuernos varía según la especie, con algunos que tienen un cuerno (como los rinocerontes indios y javaneses) y otros que tienen dos (como las especies africanas).