Las ardillas tienen una cola esponjosa, garras afiladas y patas traseras fuertes, lo que les permite trepar y saltar con agilidad. Tienen agudos sentidos de vista, olfato y oído, lo que les ayuda a detectar a los depredadores y localizar comida. Las ardillas son omnívoras, alimentándose de una dieta que incluye nueces, semillas, frutas, insectos y pequeños vertebrados.