Hylobates lar

Principalmente diurnos y estrictamente arborícolas, se desplazan y buscan alimento en el dosel del bosque, alimentándose principalmente de frutas, complementadas con hojas, flores e insectos. Su estructura social se basa en parejas monógamas a largo plazo que defienden su territorio con duetos diurnos; las familias (pareja más crías) patrullan y mantienen un área vital, evitan el suelo siempre que pueden y se comunican mediante vocalizaciones y marcas olfativas.

Las parejas se reproducen estacionalmente o de forma oportunista según la disponibilidad de alimento; tras una gestación de aproximadamente 6–8 meses, la hembra da a luz a una sola cría. Las crías dependen de la madre por más de un año, se destetan alrededor del año, y los intervalos entre nacimientos suelen ser de 2 a 3 años. Los juveniles eventualmente se dispersan para encontrar pareja o formar un nuevo vínculo.

Las adaptaciones a la braquiación incluyen extremidades anteriores muy largas, manos en forma de gancho y articulaciones de los hombros altamente móviles; carecen de cola. Poseen un saco gular (en la garganta) que amplifica sus llamadas, muestran poco dimorfismo sexual y presentan variaciones regionales en el color del pelaje, siendo las manos/pies blancos y el borde facial una característica distintiva.

Endémicos de las selvas del sudeste asiático (desde Myanmar y Tailandia hasta Malasia y partes de Indonesia), los gibones de manos blancas habitaban históricamente bosques continuos de tierras bajas y colinas. En el último siglo, su distribución se ha fragmentado debido a la tala de árboles, la conversión agrícola (especialmente para palma aceitera), la caza y la captura para el comercio de mascotas, reduciendo poblaciones antes continuas a parches aislados.

Hylobates lar está amenazado (UICN: En Peligro en muchas evaluaciones) debido a la pérdida de hábitat, fragmentación, caza y comercio ilegal. Las acciones de conservación se centran en la protección del hábitat, la aplicación de leyes contra la caza furtiva, la participación comunitaria y programas de rescate y rehabilitación. Su supervivencia a largo plazo depende de restaurar la conectividad forestal y reducir la presión humana.