Odocoileus virginianus

Son herbívoros crepusculares, más activos al amanecer y al anochecer, y se alimentan de hojas, ramitas, frutos y nueces. Los venados de cola blanca forman grupos familiares matriarcales compuestos por hembras y crías, mientras que los machos adultos suelen vivir en solitario fuera de la temporada de cría.

La época de celo ocurre en otoño, cuando los machos compiten mostrando sus astas y luchando para aparearse con las hembras receptivas. Tras una gestación de unos 200 días, las hembras suelen dar a luz a una o dos crías moteadas a finales de la primavera, que permanecen ocultas y lactando hasta poder seguir a su madre.

Los adultos miden entre 0.8 y 1 metro de altura en la cruz y pesan entre 45 y 68 kg. Los machos lucen astas ramificadas que se renuevan cada año. Tienen un excelente oído y un agudo sentido del olfato, y utilizan su cola blanca como señal de advertencia ante el peligro.

Aunque antiguamente estaban ampliamente distribuidos por América del Norte, las poblaciones disminuyeron en los siglos XIX y principios del XX debido a la caza excesiva y la pérdida de hábitat. Las medidas de conservación y la caza regulada permitieron su recuperación, convirtiéndolos en uno de los ungulados silvestres más comunes del continente.

Clasificado como de “Preocupación Menor” por la UICN, el venado de cola blanca es abundante y llega incluso a zonas suburbanas y agrícolas. No obstante, la sobrepoblación local puede causar desequilibrios ecológicos y un aumento de colisiones con vehículos, lo que exige una gestión activa de la fauna.