Panthera tigris

Los tigres blancos comparten características de comportamiento con sus contrapartes naranjas, mostrando hábitos solitarios y actividad nocturna. Son cazadores expertos, confiando en el sigilo y la emboscada para capturar presas como ciervos y jabalíes.

Los tigres blancos heredan su color de pelaje único de un gen recesivo. Los programas de cría seleccionan individuos que portan este gen para producir crías blancas. Sin embargo, la consanguinidad asociada con estos programas puede provocar problemas de salud.

Los tigres blancos tienen una apariencia impresionante debido a su pelaje pálido y sus rayas oscuras. Estas coloraciones son resultado de una mutación genética que afecta la pigmentación. A pesar de su nombre, los tigres blancos no son una especie separada, sino una variante del tigre de Bengala.

Los tigres blancos han sido venerados en diversas culturas durante siglos, a menudo considerados símbolos de poder y misticismo. Fueron históricamente raros en la naturaleza, con avistamientos esporádicos. Sin embargo, los programas de cría en cautiverio han incrementado su número en zoológicos y santuarios.

Los tigres blancos enfrentan desafíos de conservación debido a sus anomalías genéticas y la ética relacionada con la cría en cautiverio. Aunque atraen atención en zoológicos y santuarios, persisten preocupaciones sobre el bienestar de estos animales y el impacto de la consanguinidad. Los esfuerzos para crear conciencia sobre la cría responsable en cautiverio y proteger a sus contrapartes salvajes continúan.