Morsa
La Morsa es un gran mamífero marino conocido por sus distintivos colmillos, bigotes y gran tamaño. Habita en regiones del Ártico, se alimenta de organismos bentónicos y es altamente social, frecuentemente encontrada en grandes manadas sobre témpanos de hielo.
Nombre científico
Odobenus rosmarus
Comportamiento
Las morsas son animales sociales y gregarios, conocidos por sus distintivos colmillos y su considerable tamaño. A menudo se encuentran en grandes manadas sobre témpanos de hielo y costas dentro de su hábitat ártico. Las morsas usan sus colmillos para diversos propósitos, como ayudarse a salir del agua hacia el hielo, interacciones sociales y defensa contra depredadores. Su dieta consiste principalmente en moluscos bivalvos bentónicos, que detectan con sus sensibles bigotes y extraen del fondo marino.
Reproducción
Las morsas tienen un sistema de apareamiento polígamo, con machos que compiten por acceso a las hembras durante la temporada de reproducción, que generalmente ocurre entre enero y marzo. Las hembras dan a luz una sola cría después de un período de gestación de 15 a 16 meses, que incluye una implantación retardada del óvulo fecundado. Las crías son amamantadas durante más de un año, pero pueden permanecer con sus madres hasta cinco años.
Características
Las morsas son uno de los pinnípedos más grandes, con machos que alcanzan longitudes de hasta 3.6 metros y pesos de alrededor de 1.5 toneladas (1,360 kilogramos). Las hembras son más pequeñas. Tienen una piel gruesa y arrugada, colmillos largos (que en realidad son dientes caninos alargados) y carecen de orejas externas. Su piel varía de rosada a gris parduzca y se aclara a medida que envejecen. Las morsas están adaptadas a los fríos entornos árticos, con una capa de grasa que les ayuda a aislar sus cuerpos.
Historia
Históricamente, las morsas han sido esenciales para la cultura y la supervivencia de los pueblos árticos, quienes las cazaban por su carne, piel, colmillos y grasa. La caza excesiva en el pasado llevó a un descenso significativo en algunas poblaciones.
Estado actual
La UICN clasifica a la morsa como Vulnerable, siendo el cambio climático la mayor amenaza para su supervivencia. La reducción del hielo marino debido al calentamiento global afecta su hábitat, ya que dependen del hielo para descansar entre sesiones de alimentación, amamantar a sus crías y evitar depredadores. Otras amenazas incluyen el posible desarrollo de petróleo y gas en su hábitat y la caza. Los esfuerzos de conservación se centran en la protección del hábitat, el monitoreo de poblaciones y la regulación de la caza para garantizar que sea sostenible.